Si nos vemos desde una distancia de 6.000 millones de kms. apenas somos una mota de polvo en la inmensidad del espacio. La sonda espacial Voyager 1 hizo la foto de nuestro planeta el 14 de febrero de 1990. Nuestro hogar es más pequeño que un píxel. Apenas nada. Y todavía nos vemos en esa foto desde los límites del sistema solar. Fuera de él, más allá, ni siquiera nos veríamos como una mota de polvo.
Y es en este lugar tan insignificante de la Creación donde Dios nos quiere y vino a vivir, morir y resucitar con nosotros.
He elegido esta foto para celebrar el nacimiento de Jesús, porque vistos desde esos 6.000 millones de kms. nos vemos aún más humildes que en un establo con una mula y un buey. Y más desamparados más conscientes de nuestra necesidad de Él. Más agradecidos por su amor y su venida a este planeta.
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