Salí anoche de mi teatro y no pude dejar de notar en Times Square una energía burbujeante como la de la víspera de Año Nuevo. Y Su Santidad también nos dio un mordisco a la taquilla de la noche anterior, al igual que suele ocurrir en la víspera de Año Nuevo. Aunque no sé esté de acuerdo con él en algunos de sus aspectos específicos, todos coinciden en que ha sido un líder increíble en muy poco tiempo.
Usted sabe quién más tiene que ser un gran líder?
Un productor. O sea, cualquier persona interesada en la ejecución de un programa, gestión de una empresa, o cuidado de una familia, debe estudiar a los grandes líderes del presente, pasado y futuro. Y este Papa no es la excepción. Aquí hay tres cosas que he aprendido en el líder de una de las religiones más grandes del mundo libre y son las razones por las que creo que sería un excelente productor.
1. Él cambia con los tiempos.
Si usted piensa que Broadway tiene sus tradiciones arcaicas que son difíciles de cambiar, ¡imagine tratar de remover la iglesia católica! Pero Francisco ya ha suavizado sus posiciones en tantos temas que habían llevado lejos a parte de su "audiencia" que ahora, poco a poco, algunos de los "clientes" perdidos están regresando. No se puede producir en el año 2015 como la gente producía en 1955, 1985 o 2005. Debe darse cuenta de que a medida que hay cambios en la audiencia, es necesario que usted y su negocio cambien.
2. Él va a la gente.
Desde el primer día en su cargo, el Papa ha conmocionado a sus propios asesores más cercanos al hacer visitas sorpresa. Él no se sienta en su oficina privada rezando, leyendo, y gobernando desde lejos. Él va a conocer a sus "súbditos". Él va a conocer sus problemas. Y aprende de ellos. Demasiados productores que conozco toman sus decisiones a partir de una mesa de conferencias en la agencia de publicidad, sin haber hablado con sus clientes. Mézclese un poco con su público. Y no se trata sólo de conocer a su público. Los grandes productores tienen que llegar a conocer a su reparto y al equipo también.
3. El sabe que los niños son nuestro futuro.
El Papa sale a hablar con los niños. Él les deja pasar los cordones de seguridad. Él los visita en las escuelas. Él sabe que el futuro de su iglesia, y el futuro de este mundo, depende de lo que ocurre con estos seres humanos preciosos. El futuro del teatro está en sus manos también. Es muy fácil para los productores de Broadway preocuparse sólo de los ingresos brutos del mañana para el espectáculo que estamos estrenando hoy. Pero si no seestá en el negocio sólo para hacer dinero rápido (y si es así, usted escogió el equivocado) entonces usted debe dedicar parte de su tiempo y recursos para ayudar a llevar a los niños de hoy en día al teatro. Debe abogar por la educación artística en las escuelas. Ofrecer precios más bajos a los padres que traen a sus niños. Etc. Haga lo que haga, recuerde: su éxito en el futuro depende de la audiencia del futuro. Y ahora mismo, sus mentes abiertas e impresionables están esperando a que los líderes les muestren el camino.
(Tomado y resumido de Ken Davenport)
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