A los niños les divierte aprender algo que pueden hacer. Necesitas una moneda, un vaso y unas cerillas de madera o mejor otras monedas:
Se trata solamente de sacar la moneda de debajo del vaso sin tocar el vaso ni la moneda ni los apoyos del vaso (en el dibujo hay una cerilla para hacer un huequito, es mejor hacerlo con tres cerillas o tres monedas equidistantes). Puedes decir que este huequito es la escasa esperanza que a veces tenemos. Quizá también puedes decir que a veces no se sale de los problemas porque no se busca ayuda exterior. Y esa es la solución. Después de unos instantes sin que nadie acierte a sacar la moneda sin tocar nada, como ves en el dibujo, vas rascando en el mantel y la monedita poco a poco irá moviéndose hasta salir de debajo del vaso.
No es realmente un juego de magia -la magia nunca debe presentarse como un reto al espectador, no debe de creer que queremos humillarle con nuestro conocimiento-, así que ten tacto, una charla con contenido ayuda a darle sentido al puzzle. Le tengo mucho cariño y en las sobremesas es todavía un éxito pero creo que también puede tener un sitio en la magia evangélica: lo aprendí de mi abuelo hace cuarenta años y ya era un juego viejo.
Pregúntame: contacto@magiaevangelica.com
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