domingo, 9 de agosto de 2015

Soy un mago cristiano

Cada país tiene sus costumbres y su modo de hacer las cosas. En los países del sur de Europa no se hace tanta magia evangélica como en Reino Unido o Alemania. Y por supuesto no es nada en comparación con EE.UU, y Canadá. En la India, en algunos lugares de África hay "islas" de magia evangélica.

El ilusionista cristiano tiene que ser fiel a si mismo. Pero respetuoso cuando actúa para una denominación que no es la suya.

En los lugares con tradición en magia evangélica es frecuente que el ilusionista sea también un pastor. Por ello su magia esta llena de alusiones evangélicas y de lecciones. Dedica su arte exclusivamente a la difusión del Evangelio. En la tradición protestante además, no hay temor a difundir el Evangelio fuera de la autoridad eclesial, aunque uno sea una persona sin responsabilidades en su iglesia. Algunos magos prefieren hacer una magia con menos profundidad teológica. Esto permite poder hacer su espectáculo en distintas confesiones cristianas, aunque -sobre todo el mago aficionado- no salga del círculo de su denominación. Es frecuente que la magia sea una ilustración o un medio para explicar una Lección Objetiva, esto es especialmente útil con los niños, por supuesto.

Lección Objetiva es un concepto que los católicos no tienen tan elaborado. Se prefiere hablar de Pastoral o de Catequesis. Pero al igual que los protestantes, los católicos usan el ilusionismo tanto como instrumento pedagógico de conocimiento biblíco, como para exponer historias con valores. No son enfoques muy distintos en su fondo, aunque es verdad que en el catolicismo no hay la misma tradición de usar el "espectáculo" pedagógicamente. Quizá sea porque, a pesar de que el santo Dom Bosco usaba la magia para atraer a los niños de la calle, siempre ha habido un recelo hacia la magia -que tanto protestantes como católicos condenan cuando se pretende hacer en serio-. Creo también que apoyarse en el "espectáculo" a una organización tan jerarquizada no le gustaba mucho en el pasado. Hoy es mucho más frecuente encontrar magos católicos en fiestas y celebraciones. Sin embargo no podemos olvidar que en España el maestro de maestros, quien de verdad ha formado a generaciones de magos a través de sus libros desde los años 50 fue el sacerdote Ciuró. Él comprendió un concepto que en la rígida España de entonces ni se contemplaba: enseñar divirtiendo.
Actuando ante cientos de personas en El Sardinero, Santander
En mi caso hago una magia con mensaje, desde luego, y como aconsejan en los países con más tradición, no todo el espectáculo es magia evangélica. Se alterna con otros juegos donde no se habla del Evangelio. Esto no significa que no haya mensaje, pues nada en un escenario es inocuo; desde la manera de vestir a la forma de saludar o tratar al público. Pero quiero hacer una magia para toda la familia -niños y adultos- así que mi mensaje no es tanto una lección como un recordatorio o una declaración de aquello en lo que creo. Y con el enfoque que desea quien cuenta conmigo para su fiesta.

Más información sobre el concepto de magia evangélica en las primeras entradas de este blog.

Pregúntame: contacto@magiaevangelica.com

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